Una vez abiertas las puertas de santa María, la cruz de guía comenzaba a abrir el cortejo.
Ntro. Padre Jesús del Rescate salía, un año más, para liberar a un preso, que lo acompañaría en toda su estación de penitencia.
Numerosas saetas rezaron a nuestros titulares.
Como ya es tradición, en la esquina de la farmacia de nuestro capataz Esteban Peralto, no pueden faltar las saetas para Ntro. Padre Jesús del Rescate.
Tras el paso por Carrera Oficial, las nubes amenazaban con lluvia y se hizo presente a partir de la c/La Virgen, donde con rapidez pero con sosiego llevamos a nuestros titulares hasta su sede.
Al finalizar la procesión, nos reunimos en nuestra casa de Hermandad para hacer convivencia y comentar los momentos vividos.
Agradecer a cada uno de los costaleros por su esfuerzo y dedicación durante la estación de penitencia. Ojalá el año que viene podamos quitarnos la espina, que los dos últimos años la tenemos, y poder subir la cuesta de santa María con una marcha tras otra bajo los sones de nuestra banda.
Hasta el año que viene
